Como muchas personas en Occidente, Cozette empezó a practicar yoga tras experimentar dolor físico. Fue a los 23 años, con las rodillas cansadas y la espalda dolorida, cuando decidió cruzar la puerta de Happy Shala en Grenoble. Conoció el yoga, y los cambios que hizo fueron más allá de su cuerpo físico.

La vida solía pasar ante ella como un sueño en el que sentía que no participaba realmente. Pero al enderezar su cuerpo, en el verdadero sentido de la palabra, empieza a vivir de nuevo. Así que, tras 10 años de búsqueda, tuvo claro que quería compartir este viaje con los demás. Fue entonces cuando Cozette decidió formarse con la escuela de Alquimia Orgánica en diversos campos.

Hoy, Cozette es diplomada de nuestra escuela de 500 horas y sigue formándose cada año para ofrecerte un yoga cada vez más técnico y preciso. Así pues, su forma de compartir siempre estará arraigada en la técnica, el sentimiento y la filosofía, para ayudarte a descubrirte a ti mismo y aprender a vivir y a despertar.